11 de agosto de 2011

El verdadero lider.

Un día apareció en las cercanías de una granja un caballo que, a todas luces, se había extraviado: estaba ensillado y vagaba lento y sin rumbo. El granjero lo examinó, pero no encontró el indicio alguno de su procedencia. Decidido a devolverlo, lo montó, lo condujo hasta el camino principal y aflojó las riendas: el instinto del animal los llevaría a su hogar. El jinete sólo lo controlaría si -llamado por algún tentador pastizal- el potrillo intentaba desviarse de la senda. Pronto llegaron a destino. ¿Cómo supo que el animal era mío?-se sorprendió el propietario. Yo no lo sabía, pero el caballo sí -respondió el granjero-. Sólo cuidé de que no se distrajera de su propósito.

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