30 de diciembre de 2012

Elecciones.

Cada experiencia que atraviesa nuestro cuerpo nos insita a reaccionar, cada día que pasa estamos bombardeados por estímulos externos y también por estímulos internos que no nos dejan tranquilos ni un segundo, así es la energía. Siempre en movimiento, nunca se toma un descanso. Constantemente fluye hacia su próximo nivel de frecuencia. La vida tiene una sola dirección inamovible; hacia adelante, siempre y eternamente hacia adelante.

En cada despertar nos podemos encontrar con muchos problemas y decisiones que tomar, cada decisión no llevará hacia un camino u otro. Cada paso que damos es resultado de lo aprendido en otras decisiones ya pasadas. Aunque parezca que no y nos esforcemos por hacer una u otra cosa para llegar a estar en una situación u otra. Hay millones o mejor dicho, hay infinitos caminos posibles por recorrer. Quizá no siempre prestemos atención realmente el por qué de un camino u otro, realmente creemos saber por que elegimos éste rumbo o éste otro. Y según eso que creemos saber, actuamos, con mucha seguridad a veces. Pero nada más real de que cualquiera sea la decisión que tomemos o los caminos que recorramos, siempre llegaremos al mismo destino. Al desgaste de nuestro cuerpo y final de nuestra vida.

La muerte está esperándonos a todos sin excepción detrás de cada una de nuestras elecciones. Algunas elecciones la alejan un poco más de nosotros, concediéndonos algo más de tiempo. Otras decisiones podrían acelerar nuestro final. Ser consciente de que el tiempo es finito y no puede acumularse puede provocar un pequeño malestar psicológico. Pero es real y por más que no queramos verlo, todos sabemos que es así. ¿Entonces porqué no tomar las decisiones sabiendo esto conscientemente? No es cuestión de temerle, simplemente es ser consciente de que la muerte nos espera y que es parte de la vida, cada paso que vivimos es el mismo paso que morimos, la vida y la muerte están unidas y no pueden ser separadas. Cuando queremos tomar una decisión y no nos animamos, quizá nos sirva pensar en esto; quizá sea la última oportunidad de experimentar este camino. Pronto podría todo terminar. Así que mejor tomar fuerzas y seguir con la elección que queramos tomar aunque sea difícil o nos de miedo. Puede que no tengamos otra oportunidad...