Límites I.

Parece que en esta era de la información está trayendo consigo mucha confusión, en muchos niveles del entendimiento. Parece ser que la información nos llega de golpe y no estamos preparados para procesarla. Siendo el procesamiento algo hecho con poca conciencia o nula, llegamos a tener resultados muy negativos o que solo traerán más problemas a este planeta.

Una de las grandes confusiones que existen y que me parece de las más importantes si no, la más importante y urgente de entender, es la del concepto de "libertad". Así es, todos queremos ser libres, queremos hacer lo queramos sin que nos frenen o limiten los demás, queremos tener la libertad de decidir quién nos gobernará o que bebida beber... Como se puede sospechar, esta no es una libertad real, sólo podemos elegir entre las opciones que nos ponen en frente, y en este caso debo pensar "¿Quién pone las opciones ahí?" o lo que es lo mismo, ¿quién decide cuales son las fronteras de mi libertad?

La Luna.

Y la luna sigue su ritmo sin cesar ni dudar, mientras crece y su luz se hace más intensa, hasta que parece ser de día por sus contrastadas sombras, uno no puede aislarse y no ser parte de este gigantesco movimientos de energía magnética. La energía femenina de la creación, y de que otra manera podría manifestarse sino, por medio de su seguidor más fiel. El agua, a medida que la luna se hace más visible y luminosa podemos notar como el agua comienza a subir, y es gracias a ella que las emociones también comienzan a salir a la orilla.

Solemos ver las olas, pero no vemos las ondas que ellas dibujan, y cuando la luna está "completa" es como el momento culminante de una ola cualquiera, es cuando esa ola rompe y estalla contra las piedras, una vez más intentando gastarlas en su paciente ir y venir, acariciando y entendiendo que para erosionar las duras rocas, tendrá que intentarlo una vez más.