3 de agosto de 2012

La Luna.

Y la luna sigue su ritmo sin cesar ni dudar, mientras crece y su luz se hace más intensa, hasta que parece ser de día por sus contrastadas sombras, uno no puede aislarse y no ser parte de este gigantesco movimientos de energía magnética. La energía femenina de la creación, y de que otra manera podría manifestarse sino, por medio de su seguidor más fiel. El agua, a medida que la luna se hace más visible y luminosa podemos notar como el agua comienza a subir, y es gracias a ella que las emociones también comienzan a salir a la orilla.

Solemos ver las olas, pero no vemos las ondas que ellas dibujan, y cuando la luna está "completa" es como el momento culminante de una ola cualquiera, es cuando esa ola rompe y estalla contra las piedras, una vez más intentando gastarlas en su paciente ir y venir, acariciando y entendiendo que para erosionar las duras rocas, tendrá que intentarlo una vez más.

La luna llena trae la ola más intensa que mueve energías que están muy por debajo de la mente conciente, por allí, un poco más lejos de las creencias madres. Semejante ola trae consigo muchas cosas, muy variadas, puedes caminar por la orilla y encontrar lo inimaginable, la ola lo trae a la superficie para que lo examines, lo analices y una vez comprendido y asimilado, lo lances nuevamente al mar. Dando las gracias por lo que esa misteriosa luz, a traído por medio del agua purificadora.

Emociones, sensaciones profundas y enterradas por el peso del tiempo, densificadas y petrificadas en medio de tu mente, transformadas en patrones de conducta que puedes ver fácilmente si aprovechas la luz de la luna. No tengas miedo de lo que veas, ya que verlo traerá aprendizaje, traerá claridad de mente, traerá libertad, quizá no limpies completamente tu mente, piensa que no será la última luna, ella volverá con otra caricia o con un golpe de agua fría, pero siempre será para refrescar, y purificar tu vida.

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