7 de junio de 2011

Unión.

Una de las grandes sensaciones que me deja el actual sistema es el de la división que promueve en todos sus niveles. Esta división es lo mismo que aislar las partes, que no es lo mismo que independizarlas. En cualquier situación dada encontraremos otra oponiéndosele, que por otra parte es normalmente enseñada en su forma occidental que nos dice que un opuesto es algo que se nos opone, nos genera una resistencia, es lo contrario, algo parecido a un enemigo. Algo a lo que debemos enfrentar y derrotar. De esta forma se genera un auto-aislamiento, etiquetamos todo lo diferente a nosotros, creamos ideas de lo que somos, asentamos más firmemente al ego y luego luchamos contra lo que no somos, sea lo que sea que tengamos en frente, habrá una competencia. Queremos demostrar que somos mejores que el otro, más inteligente, más rápido, o lo que fuere. Lo importante es ser más que los demás. A nivel individual vemos esto, a nivel grupal pasa lo mismo, piensa en una empresa, en un equipo de fútbol, en un partido político, y hasta en la religión encontramos esto. Solo se piensa en ganar al oponente, vender más cantidad de productos, captar más votos o captar más adeptos. La estrategia más usada en cualquier caso, casi siempre termina por desvalorizar al otro, o indirectamente viendo los grandes beneficios de pertenecer a tal grupo o comprar tal producto. Igualmente decir que mi producto es mejor o mi partido político tiene mejores soluciones, estás diciendo que el otro es peor, no hay duda.


Siempre tratamos de distanciarnos de lo que vemos como opuesto, ya que creemos que no nos sirve de nada, que es peor, que no tiene nada beneficioso para nosotros. Aunque no sea cierto, ya que todo tiene parte de bueno y parte de malo (mientras haya juicio), y según lo que creamos la balanza de nuestra mente nos hará optar por una u otra dirección.
El problema en este sentido es que no todos percibimos la realidad de la misma manera, ya que nadie está en el mismo lugar, para observar los acontecimientos de la misma manera. Si veo el florero que está en el centro de la mesa, desde el lado izquierdo o desde el lado derecho, estaremos viendo cosas diferentes. Aunque sepamos que miramos el mismo objeto. Cada lado, ofrecerá su perspectiva. La lámpara que alumbra podría estar del lado izquierdo de la mesa por lo cual si estamos en ese mismo borde, veríamos más iluminado el florero.
Ahora analicemos el otro extremo del asunto, ¿que nos dice las enseñanzas orientales sobre esto? Bueno, simplificando las cosas diríamos que los opuestos son complementarios, hasta podríamos ir un poco más lejos y decir que los opuestos se atraen. Ahora estamos viendo el florero desde el otro lado de la mesa, ¿puedes ver que hablamos de lo mismo pero es totalmente diferente?
Cuando estaba en la primaria de la escuela, entre los chicos se decía que los que se pelean se aman. Esto sería un poco el significado de los opuestos se atraen. En esta situación lo opuesto sería el sexo, tenemos la situación de llamar la atención de la otra persona peleando o burlándonos. Esto debería separarnos (y en parte lo hace) pero también acerca, ya que sin la acción quizá nunca nos presten la atención requerida ni entraría en el juego.
Pero llevémoslo a un tema más importante o más grande, por ejemplo la competencia, que tan buena es para nuestro sistema capitalista. Con ella las empresas crean productos cada vez mejores, son más pequeños, traen más funciones, hay más diseños y colores para elegir. Variedades de todo tipo, para todos los tipos de personas. Pero como estamos hablando de opuestos tengo que contar cual es la otra perspectiva de este asunto. La competencia trae muchos problemas judiciales por causas muy variadas como productos, una de las más importante a mi entender es la de las patentes, por lo cual alguien patenta un invento y luego nadie más puede crear lo mismo (Aquí gana el más rápido). Si este producto es realmente óptimo, para su función, la competencia no puede hacer más que intentar modificar la “receta” del producto y crear algo semejante, lo cual dará un resultado peor. Porque para hacer lo mismo ya no pueden utilizar la versión optima. Este es solo un ejemplo y bastante poco desarrollado. De esta manera se beneficia el que primero tuvo las condiciones dadas para patentarlo. Y no voy a hablar de patentes que solo están para que nadie más pueda avanzar. Ya que son patentes encajonadas en el olvido.
¿Y que pasa con el opuesto a la competencia? Esta es la parte interesante, ya que hablamos de la cooperación, que hace que en vez de pelear por escalar y pisar al competidor, lo transformamos de enemigo a amigo, ahora es parte del equipo. De esta manera intercambiamos información, debatimos y todo lo que sea necesario para alcanzar un punto en común. Cada integrante puede ver el florero desde una perspectiva diferente, pero ahora no peleamos para tener la razón de nada, tratamos de unir todas las perspectivas para lograr algo más completo. Lo que hará que al final consigamos el punto en cuestión, mucho más rápido y en mejores condiciones. Ya no pisamos al de al lado, ahora construimos un escalón para que los demás pisen y suban, sabiendo que una vez ahí arriba ellos harán lo mismo. Lo que significa que existe confianza, con lo cual no existiría la unión.
La unión la provoca ese punto final que queremos alcanzar, pero desde el lado de la confianza. La confianza nos da la individualidad, ya que no estamos atados a nadie, ya estamos en condiciones de delegar, cada uno hace su parte, sin interponerse al del otro. Automáticamente si existe esa confianza y todos quieren alcanzar el mismo objetivo, no importa que individual sea tu parte, ahora existe una unión real, esa que no se puede quebrar, ya que cada parte sostiene desde su individualidad y desde su perspectiva al mismo sistema, como las células de nuestro organismo, que son independientes, pero la unión que existe es impecable.
Si queremos un mundo impecable, tendremos que entender cual es nuestro lugar, que papel queremos desempeñar en este planeta.
Esta es la base de la cuestión de nuestra individualidad, ¿quién soy? cuando lo sepamos, ganaremos esa seguridad que nos permitirá actuar de la mejor forma que podamos, porque nuestros actos estarán acordes con quien somos realmente, y eso intensifica la seguridad de éxito de nuestros actos. Lo que nos dará más fuerza de voluntad para nuestro próximo movimiento.
Podemos ver esto mismo en la naturaleza, solo cambia el concepto de competencia entre los animales, ahora mira la simbiosis. Que es lo que nosotros conocemos como cooperación.
Si logramos la simbiosis entre nosotros, y luego con el planeta, podremos estar orgullosos como raza humana. Porque estaremos en la puerta del amanecer de una conciencia armónica.
Estaremos unidos al universo por fin.

1 comentario:

  1. Me gusta mucho!!!! una nueva forma de ver la situación actual.

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