25 de febrero de 2012

Apunta bien.

Mientras más se enceguecen a las personas por medio de los métodos hipnóticos que utiliza nuestro sistema. Más se estanca el libre fluir de la vida real, la energía aquietada comienza a estancarse silenciosamente, a comprimirse, a transformándose pasivamente en una bomba de tiempo que solo espera su momento culminante.

Mientras más se acumula esa energía, más cerca de la salida se encuentra. Y eso engendra esa sensación desconocida que comienza a picar suavemente a las personas. Una sensación que va más allá de los sentidos, proviene de lo más interno del Ser. Se vuelve tan poderosa que envuelve a los pensamientos y girándolos como a un huracán, giran y giran sin respuestas. Pero eso es solo otro nivel del mismo síntoma, ahora la energía busca que te vuelvas conciente, porque está a punto de estallar y la única forma de canalizarla correctamente es utilizando nuestra mente, que es como un láser que proyecta la energía hacía un punto externo.

La "(r)evolución" buscará el re-ordenamiento natural de las cosas (energía) así que claramente ese láser exteriorizará todo el malestar y sensaciones que las personas ya no pueden aguantar más dentro de sí.
Solo es cuestión de tiempo, y de experiencias. Pero todos los láseres tienden a apuntar hacia un nuevo destino. Todo destino tiene una dirección, un camino "correcto" o un camino más corto (atajo).

Así como nuestro sistema solar tendrá una alineación, los pensamientos humanos también, eso es lo que se espera con paciencia desde incalculable tiempo. Exactamente eso es la mente colectiva, lograr la mente colectiva no es más que hacer de muchas pequeñas ideas, una mucho más grande e intensa. Tan intensa que la propia realidad tienda en su manifestación.

Porque ahí dónde apunta la mente, ahí comienza el proceso de creación.

Ya hemos despertado, ahora recordamos...


Clever A.C.

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