28 de septiembre de 2011

Esperándote.


Cuando te levantabas esta mañana, te observaba y esperaba que me hablaras aunque fuera unas cuantas palabras, preguntando mi opinión o agradeciéndome por algo bueno que te haya sucedido ayer. Pero note que estabas muy ocupado buscando la ropa adecuada para ponerte e ir al trabajo.
Seguía esperando de nuevo, mientras corrías por la casa arreglándote, supe que habría unos cuantos minutos para que te detuvieras y me dijeras "Hola", pero estabas demasiado ocupado. Por eso encendí el cielo para ti, lo llene de colores y dulces cantos de pájaros para ver si así me oías pero ni siquiera te diste cuenta de esto.
Te observé mientras ibas rumbo al trabajo y esperé pacientemente todo el día.
Con todas tus actividades supongo que estabas demasiado ocupado(a)para decirme algo. De regreso vi tu cansancio y quise rociarte un poco para que el agua se llevara tu estrés, pensé agradarte para que así pensaras en mí pero enfurecido ofendiste mi nombre, deseaba tanto que me hablaras, aun quedaba mucho tiempo.
Después encendiste el televisor, espere pacientemente, mientras veías el televisor, cenabas, pero nuevamente te olvidaste de hablar conmigo y nada. Te note cansado y entendí tu silencio así que opaque el resplandor del cielo, pero no te deje a oscuras, lo cambie por un lucero, en verdad fue hermoso, pero no estuviste interesado en verlo.
A la hora de dormir, creo que ya estabas agotado. Después de decirle buenas noches a tu familia, caíste en tu cama y casi de inmediato te dormiste, acompañe con música tu sueño, mis animales nocturnos se lucieron, no hay problema, porque quizás no te das cuenta que siempre estoy ahí para ti. Tengo más paciencia de la que te imaginas. También quisiera enseñarte como tener paciencia para con otros. Te amo tanto que espero todos los días por una oración, el paisaje que hago es solo para ti. Bueno te estas levantando de nuevo, y otra vez esperar sin nada más que mí amor por ti, esperando que el día de hoy me dediques un poco de tiempo.


DIOS.

22 de septiembre de 2011

Una buena taza de té.

Thich Nhat Hanh, un filósofo y monje budista vietnamita, escribió sobre como disfrutar una buena taza de té. Debemos estar completamente atentos al presente para disfrutar de una taza de té. Sólo siendo conscientes del presente nuestras manos sentirán el calor de la taza. Sólo en el presente aspiraremos el aroma del té, saborearemos su dulzura, y llegaremos a apreciar su exquisitez. Si estamos obsesionados por el pasado o preocupados por el futuro, dejaremos escapar la oportunidad de disfrutar de una buena taza de té. Cuando miremos el interior de la taza, su contenido ya habrá desaparecido.
Con la vida ocurre lo mismo. Si no vivimos plenamente el presente, en un abrir y cerrar de ojos la vida se nos habrá escapado. Habremos perdido sus sensaciones, su aroma, su exquisitez y su belleza, y sentiremos que ha transcurrido a toda velocidad.
El pasado ya ha pasado. Aprendamos de él y dejémoslo atrás. El futuro ni tan siquiera ha llegado. Hagamos planes para el futuro, pero no perdamos tiempo preocupándonos por él. Preocuparse no sirve de nada.
Cuando dejemos de preocuparnos por lo que todavía no ha pasado, estaremos en el presente. Sólo entonces empezamos a experimentar la alegría de vivir.



Brian Weiss.

15 de septiembre de 2011

Mahatma Gandhi.


Recuerda...

Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la Verdad.

Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser.

Que es mas fácil reaccionar que pensar.

Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.

Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.

Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.

Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla. Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.

Que las personas honestas tienen mas éxito al paso del tiempo.

Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.

Que no importa qué tan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir.

12 de septiembre de 2011

Estrellas de mar.

Había una vez un escritor, que vivía en una tranquila playa, junto a un pueblo de pescadores. Todas las mañanas caminaba por la orilla del mar para inspirarse, y durante las tardes se quedaba escribiendo.
Un día se desató una tormenta tan poderosa que parecía que el mar quería tragarse la playa.
Al otro día amaneció con una calma extraordinaria.
El color del mar era de un azul turquesa indescriptible, un arco iris partía de la playa y se perdía en la inmensidad del mar.
Esa mañana divisó un bulto que parecía bailar, al acercarse vió a un joven que recogía estrellas de mar que estaban diseminadas por miles en la costa.
¿Porqué hace eso? preguntó el escritor, levantando la voz?
No se da cuenta, replicó el joven, la marea baja y el sol brilla. Las estrellas se secarán y morirán si se quedan en arena. Joven, existen cientos de Kms. De costa y centenares y miles de estrellas de mar desparramadas por la arena.
¿Qué consigue con eso?, de cualquier forma la mayoría va a morir.
El joven tomó una, la arrojó al mar , y luego mirando fijo a los ojos del escritor le dijo, para esta ya he conseguido algo.
Aquella noche el escritor no concilió el sueño ni tampoco consiguió escribir.
Por la mañana muy temprano se dirigió a la playa, se reunió con el joven y juntos comenzaron  a devolver estrellas de mar al oceáno.

7 de septiembre de 2011

Perseverancia.


Dos ranitas cayeron en un tambor que contenía leche hasta la mitad. Aunque eran buenas nadadoras, empezaron a cansarse, pero, cuando intentaron salir, descubrieron que estaban demasiado lejos del borde como para alcanzarlo de un salto. Una de las ranas se desesperó. No puedo más-jadeaba-, no saldremos vivas de aquí. -Resiste, resiste-respondía la otra-. Ya encontraremos una solución. No debes abandonar. Sigue nadando, manténte a flote. Un rato más tarde, la ranita quejumbrosa renunció a continuar esforzándose, y se ahogó.   Su valiente compañera siguió nadando, con la energía que da la confianza. Y tanto nadó, que la leche comenzó a cuajarse por el batido de sus patas hasta que se convirtió en sólida manteca. En ella hizo pie para dar un salto que la sacó triunfal, de la trampa.

Del Libro "Pequeñas Historias para Grandes momentos de Walter Salama".

5 de septiembre de 2011

Prioridades.

Hace algún tiempo estaba leyendo acerca de un experto en temas de administración del tiempo. Un día este experto estaba hablando a un grupo de estudiantes y buscó algo que les quedara por siempre a estos jóvenes.
Se paró enfrente de todos con una olla de cerámica con boca ancha, la colocó sobre la mesa y tomó una docena de piedras grandes y las fue colocando  dentro de la olla. Cuando la olla estuvo llena y no cabía una piedra más, preguntó:
-¿"Está llena la olla"?
Todos en la clase contestaron:
-"siiiiiii"
Dijo:
¿De verdad?
Entonces tomó un cubo con grava y empezó a vaciar su contenido en la olla hasta que esta se fue colocando en los huecos que existían entre las piedras más grandes hasta que ya no pudo entrar una más. El preguntó:
- "¿está llena ahora?"
Alguien del grupo contestó:
-"Probablemente no"
-"¡Bien!" exclamó
En seguida tomó una cubeta con arena y la vació dentro de la olla de tal manera que la arena cubrió los huecos dejados por las piedras y la grava y ya no cupo más.
Preguntó: "¿está llena ahora?"
"Nooo!" exclamó el grupo.
"¡Excelente!" les dijo a la vez que vaciaba una jarra con agua en el interior y esta era absorbida por la arena.
"Cual es el punto de este ejemplo?"
Un estudiante comentó: El punto es que no importa que tan llena este tu agenda, si te esfuerzas habrá cabida para algo más.
"No, -contestó el expositor-. El punto que nos ilustra esto es que si no colocas las piedras grandes en primer lugar, no podrás hacerlo después"
¿Que son para ustedes las piedras grandes en su vida?
¿Un proyecto pendiente de lograr, tiempo de calidad con tu familia, tu fe, tus finanzas, tus estudios, una causa justa? Recuerden: "Pongan las piedras grandes de su vida primero ya que no podrán colocarlas después".