Tal vez, te interese saber por que los gansos cuando vuelan, lo hacen en forma de V. Lo hacen porque al batir sus alas, cada pájaro produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V, la bandada de gansos aumenta por lo menos un 71 % más su poder de vuelo, en comparación con un pájaro que vuela solo. Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a cumplir sus objetivos más fácil y rápidamente porque, apoyándose mutuamente, los logros son mejores. Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va adelante. Si nos unimos y nos mantenemos junto a aquellos que van en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor. Será más sencillo y más placentero alcanzar las metas. Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar. Los hombres obtenemos mejores resultados si nos apoyamos en los momentos duros, si nos respetamos mutuamente en todo momento, compartiendo los problemas y los trabajos más difíciles. Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento a tiempo ayuda, da fuerza, motiva, produce el mejor de los beneficios .. Finalmente cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para apoyarlo y protegerlo. Si nos mantenemos uno al lado del otro, apoyándonos y acompañándonos; si hacemos realidad el espíritu de equipo; si pese a las diferencias podemos conformar un grupo humano para afrontar todo tipo de situaciones; si entendemos el verdadero valor de la amistad; si somos conscientes del sentimiento de compartir, la vida será más simple y el vuelo de los años más placentero.
31 de julio de 2011
29 de julio de 2011
El buscador.
Esta es la historia de un hombre que yo definiría como un buscador...
Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra, tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.
Un día, el buscador sintió que debería ir a la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de si mismo, de modo que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó a lo lejos la ciudad de Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores bellas. La rodeaba por completo una especie de valla de madera lustrada. Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.
23 de julio de 2011
El cerco del universo.
El pensamiento es como un cerco, pero un cerco que está a tu alrededor, tu en el centro, mires hacia donde mires con el te encontrarás, y en cada rincón en donde apoyes tu atención de ese cerco, verás una película, puede ser alegre o triste, puede tener acción o ser aburrida o simplemente estar ahí, sin sentido aparente, mostrándote algo. Pero más allá de la ilusión que te muestra, y más allá de la ilusión del mismo cerco, hay una realidad que cuesta alcanzar. Cada película es como una espiral que te atrae, y te lleva hasta el centro, pero es el centro de ese momento, uniéndote con las experiencias de aquél entonces, aislándote de lo "real" que es tu cuerpo, que está en algún lugar de este planeta que está en algún lugar de esta galaxia que está en algún lugar...
Estás en aquel lugar dónde las energías confluyen, en un espacio-tiempo, donde todas las posibilidades esperan ser logradas. Aquel lugar donde eres el centro exacto de toda manifestación. Por que todo eso que allí ves es gracias a ti. Gracias a que en ese lugar se dan todas las conexiones necesarias para realizar la creación del universo.
Y el universo lo es todo en una medida, pero está más allá del cerco. Cada película fue parte ti y parte de la realidad en ese momento, pero ya ha quedado atrás y no sirve traerlo al presente, si es que quieres estar ahora, aquí.
Salta las proyecciones de tus recuerdos, salta ese cerco que no hace más que separarte de lo que está pasando ahora mismo a tu alrededor.
Toma conciencia, observa a tu alrededor, toma fuerza, y corre... ¡Salta!
20 de julio de 2011
Deseo.
El deseo pasivo consiste en anhelar algo, y simplemente limitarse a esperar. No hay energía para hacer intervenir la voluntad y por lo tanto, no hay acción. El deseo activo ordena toda acción consciente e inconsciente del hombre y de otros seres inferiores a él. El deseo es la energía de la voluntad que produce la acción. Un hombre puede poseer otras cualidades superiores, puede tener otras dotes de carácter e inteligencia, si el fuego del deseo languidece en él, fracasará en la obtención del fin propuesto. Es preciso desear una cosa hasta el grado máximo antes de desplegar las energías para obtenerla. Los grandes caracteres de la historia, tanto antigua como moderna, los hombres y las mujeres que han hecho algo, han demostrado un insaciable e insistente deseo de la conclusión u obtención, y el fuego del deseo ardía vivamente en sus almas, y las explosiones en acción eran constantes y poderosas. Hablamos con frecuencia de fuerza de voluntad de las personas, pero imaginemos por un momento cuan pronto podrían concluir esas voluntades de hierro, no siendo movidas por el insistente deseo, que está siempre detrás de la fase de acción de la voluntad. Considere cada cual sus propias acciones pasadas y presentes, y encontrará que toda la obra importante que ha llevado a cabo ha sido solo en aquellos casos en que su deseo era firmemente estimulado y retenido, por usted mismo. Lo deseaba tenazmente
14 de julio de 2011
Las granadas.
Había una vez un hombre que tenía muchos granados en su huerta. Y durante varios otoños puso sus granadas en bateas de plata fuera de su casa, con un letrero que decía: "Toma una gratis y que seas bien servido". Pero la gente pasaba y nadie tomaba fruta alguna. Entonces el hombre reflexionó, y un otoño no puso granadas en bateas de plata fuera de su casa, pero escribió con grandes caracteres: "Aquí tenemos las mejores granadas de la región y se venden más caras que las de cualquier otro". Y de esa manera, todos los hombres y todas las mujeres del pueblo se apresuraron a comprar.
Khalil Gibran.
6 de julio de 2011
El buscador.
El buscador es quien está a la búsqueda de sí mismo. Abandone todas las preguntas excepto una: "¿Quién soy yo?". A fin de cuentas, el único hecho del cual usted puede estar seguro es que usted es. El "yo soy" es cierto. El "yo soy esto" no lo es. Esfuércese por descubrir qué es usted en realidad.
Pero para saber lo que usted es, antes debe investigar y saber lo que no es.
Descubra todo lo que usted no es: el cuerpo, los sentimientos, los pensamientos, el tiempo, el espacio, esto o aquello. Nada, concreto o abstracto que usted pueda percibir, puede ser usted. El propio hecho de percibirlo muestra que usted no es eso que percibe.
Cuanto más claramente vea que en el nivel de la mente usted tan sólo puede ser descrito en términos negativos, antes llegará al final de su búsqueda y antes comprenderá que usted es el ser ilimitado.
Del libro "Yo soy eso" Conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj
Sri Nisargadatta Maharaj.
Pero para saber lo que usted es, antes debe investigar y saber lo que no es.
Descubra todo lo que usted no es: el cuerpo, los sentimientos, los pensamientos, el tiempo, el espacio, esto o aquello. Nada, concreto o abstracto que usted pueda percibir, puede ser usted. El propio hecho de percibirlo muestra que usted no es eso que percibe.
Cuanto más claramente vea que en el nivel de la mente usted tan sólo puede ser descrito en términos negativos, antes llegará al final de su búsqueda y antes comprenderá que usted es el ser ilimitado.
Del libro "Yo soy eso" Conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj
Sri Nisargadatta Maharaj.
Científicos.
Una vieja historia comenta el origen de un confuso debate de científicos. Un grupo de docentes pasó por el laboratorio para ingresar al salón de conferencias. Los profesores observaron junto a la ventana, un recipiente esférico de metal. Uno de ellos hizo notar que la parte metálica que recibía los rayos del sol estaba mucho más caliente que la opuesta, que quedaba en la sombra. Los demás comprobaron la diferencia, casi obvia, el calor, sabemos, dilato los metales. Concluida la conferencia, los profesores volvieron a pasar por el laboratorio. Esta vez, uno advirtió que la parte del cacharro que estaba frente al sol se hallaba fría, y la opuesta caliente. Se produjo una gran discusión para explicar las causas del mieterioso fenómeno calórico. ¿Cómo era posible que un objeto alejado de los rayos solares estuviera más caliente que otro próximo a ellos? Las posiciones se enfrentaban, los argumentos y los vozarrones se acumulaban. Nadie sospechó la verdad. Simplemente, mientras los profesores estaban en la conferencia, el peón del laboratorio había dado vuelta el recipiente. El darse cuenta es un hallazgo que libera. Gran parte del dolor que ensombrece nuestra vida se debe a la ignorancia. Si se elimina la incomprensión, el mal desaparece. Como por arte de magia
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