20 de diciembre de 2010

Dilo hoy.

Había una vez un chico que nació enfermo. Una enfermedad que no tenía cura. Con 20 años y podría morir en cualquier momento. Siempre vivió en su casa, bajo el cuidado de su madre, pero un día se cansó y decidió salir solo por una vez. Le pidió permiso a su madre y ella acepto.
Caminando por la calle vio muchas tiendas y al pasar por una tienda de música vio a una chica atendiendo de más o menos su edad.
Fue amor a primera vista. Abrió la puerta y entró sin mirar nada que no fuera ella. Acercándose poco a poco, llegó al mostrador donde se encontraba. Ella lo miró y le dijo sonriente:
“¿Te puedo ayudar en algo?”
Mientras el pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida, sintió deseos de besarla en ese mismo instante y tartamudeando dijo:
“Si, eeehhh, uuuhhh… Me gustaría comprar un CD”
Sin pensar, tomó el primero que vio y le dio el dinero.
“¿Quieres que te lo envuelva?” – Preguntó ella.
El no pudo responder y simplemente asintió con la cabeza.
Ella fue al almacén y al rato volvió con el paquete envuelto. El lo cogió y salió de la tienda. Se fue a su casa, y desde ese día en adelante visitó la tienda todos los días para comprar un CD. Siempre se los envolvía la misma chica para luego llevárselos a su casa y meterlos en un cajón si tan siquiera abrirlos.
El era muy tímido, quería invitarla ha salir pero no podía, en el último momento no se atrevía. Pero un día se armo de valor y se dirigió a la tienda. Como todos los días compro otra vez un CD, y como siempre, ella se fue al almacén para envolverlo. En un momento que ella no miraba dejó su teléfono en el mostrador y salió corriendo de la tienda.
Ringggg !!!
Su madre contestó:
“¿Diga?”
Era la chica de la tienda de discos, pregunto por su hijo y la madre desconsolada, comenzó a llorar mientras decía:
“¿No lo sabes?… Murió ayer”
Hubo un silencio prolongado, excepto los lamentos de su madre.
Esa misma tarde la madre entro en el cuarto de su hijo para recordarlo. Ella decidió ver su ropa… ver sus cuadros… abrir sus cajones y para su sorpresa encontró con montones de CD envueltos. Ni uno solo estaba abierto.
Le causo curiosidad ver tantos y no se resistió. Cogió uno y se sentó sobre la cama para abrirlo, al hacer esto un pequeño pedazo de papel cayo. La madre lo recogió para leerlo y decía:
“¡Hola!, estas súper guapo, ¿quieres salir conmigo?”. Sofia.
Un escalofrío recorrió la espalda de la madre y abrió uno tras otro y en la mayoría estaba ese papelito diciendo lo mismo.
Así es la vida, no esperes demasiado para decirle a ese alguien especial lo que sientes. Diselo hoy. Mañana puede ser muy tarde.

1 comentario:

  1. Muy cierto. Hay que aprovechar cada instante para decir "te quiero" a todas las personas que más amemos.

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